Artrosis del codo
ARTROSIS DEL CODO
La articulación del codo está formada por tres huesos: el húmero distal (parte ósea del brazo), el radio y cúbito proximal (ambos del antebrazo) (Fig 01). Están perfectamente cohesionados entre sí, lo que ayuda a mantener la estabilidad y funcionamiento, pero los hace propensos a sufrir lesiones o enfermedades degenerativas como la artrosis. En tales condiciones, se puede desarrollar rigidez o pérdida del arco de movilidad.
La rigidez puede provocar pérdida de la flexión y/o extensión, pero también de la rotación del antebrazo (o pronación-supinación, es decir, cuando la palma de la mano rota mirando hacia el suelo, o al techo respectivamente).
La artrosis es una afección degenerativa crónica debido al progresivo reblandecimiento, luego pérdida parcial, y finalmente total, del cartílago que recubre cada hueso que compone la articulación (cartílago hialino). Además, se forma excesivo hueso en los márgenes de la articulación, llamado osteofito, así como fibrosis de la cápsula que rodea la articulación (Fig 02). Todo esto se traduce en que, la superficie articular que debiera ser lisa y congruente, se vuelve áspera, tanto en la articulación radio-capitelar, como en la ulno-humeral, generando dolor y rigidez del codo.
Síntomas
– Dolor: profundo dentro del codo, que inicialmente empeora con el movimiento y se alivia con el reposo. Pero, en etapas avanzadas, el dolor aparece incluso en reposo y por la noche, de modo que afecta el sueño.
– Rigidez: perdida gradual de la movilidad de flexo-extensión (Fig 03 a-b) y/o prono-supinación.
– Irritación del nervio cubital: manifestado en hormigueo de los dedos meñique y anular.
– Debilidad
– Bloqueo: puede deberse al desarrollo de cuerpos libres, que son fragmentos de cartílago articular que se desprenden dentro de la articulación, y que impiden el movimiento. Los episodios de bloqueo suelen resolverse de forma espontánea, pero pueden repetirse.
– Su causa más común es la artrosis primaria, es decir, una afección degenerativa sin causa evidente.
– Cuando es resultado de otra afección, se denomina secundaria. Algunos ejemplos de esta forma son:
- Artrosis postraumática (tiempo después de una fractura o luxofractura)
- Artropatía por inestabilidad (después de luxaciones o subluxaciones recurrentes)
- Artrosis autoinmune (artritis reumatoide o psoriática)
- Infecciosa (luego artritis séptica)
– Radiografías que revelan cambios característicos como superficie articular irregular, osteofitos y posiblemente pérdida ósea (Fig 04 a-b).
– Tomografía computarizada (TC) entrega mejor información de las superficies articulares, pérdida ósea secundaria, así como la presencia y ubicación exacta de cuerpos libres y osteofitos que puedan estar bloqueando el codo (Fig 05 a-b).
Tratamiento
El tratamiento para la rigidez del codo siempre se adapta al paciente en particular.
TRATAMIENTO CONSERVADOR:
Como modificación de la actividad y uso de antiinflamatorios más selectivos (celecoxib o etoricoxib), pueden ayudar a controlar el dolor, principalmente en la etapa inicial de esta patología, pero sólo deben usarse con regularidad bajo la supervisión de su médico de cabecera.
– Fisio/kinesiterapia:
Puede resultar beneficiosa en las primeras etapas de la rigidez, y permite mantener el movimiento y la fuerza del codo. Sin embargo, es menos eficaz en etapas avanzadas, de hecho, puede exacerbar el dolor (Fig KNT codo ROM).
– Infiltración corticoides:
Puede tener un rol en el alivio del dolor si son colocados directamente en la articulación bajo ecografía; sin embargo, su efecto es siempre transitorio, y su uso repetido puede tener un efecto perjudicial. Puede ser de ayuda en aquel paciente que debido a sus comorbilidades no es posible realizar otra intervención (Fig Infilt codo 01).
– Infiltración de ácido hialurónico:
Se usa directamente dentro de la articulación para reemplazar el líquido articular natural que se pierde en el proceso de la enfermedad. Puede mejorar el dolor, la calidad y el rango de movimiento del hombro, aunque sólo en forma transitoria. Sin embargo, su uso en el codo está en etapa de evaluación (Fig Infilt codo 02).
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO:
Se dividen básicamente en dos grandes técnicas quirúrgicas:
LIBERACIÓN QUIRÚRGICA (ARTROLISIS) DEL CODO:
Está indicada cuando el dolor y rigidez limitan las actividades de la vida diaria, y han fallado las alternativas conservadoras.
Se realiza en forma artroscópica, es decir, mediante 4 a 6 mini incisiones en la parte lateral, medial y posterior del codo (Fig 06 a-c). Su objetivo, es evaluar la progresión del daño del cartílago articular, y luego, ganar mayor movilidad mediante la liberación capsular y de osteofitos, así como la extracción de cuerpos libres.
PRÓTESIS (ARTROPLASTÍA) DE CODO:
Está indicada en etapa avanzada de la enfermedad, cuando el dolor y la pérdida de función son muy limitantes, a pesar de haber realizado un tratamiento conservador, o artroscópico fallido. Hay diferentes tipos de reemplazo o prótesis de codo.
En nuestro país, tenemos disponibles:
– Aquellas que reemplazan parcialmente la articulación radio-capitelar (PRÓTESIS DE CÚPULA RADIAL) (Fig 07 a-b)
– Aquellas que reemplazan totalmente la articulación ulno-humeral (PRÓTESIS TOTAL DE CODO) (Fig 08 a-f).
La elección del implante se basa en la edad, la articulación dentro del codo afectada (radio-capitelar, ulno-humeral o ambas), y la causa de su artrosis.
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