Fractura cúpula radial
FRACTURA de CÚPULA RADIAL

La cúpula radial la parte proximal del radio, hueso lateral del antebrazo, y que se une con el húmero distal y ulna proximal para formar la articulación del codo (Fig 01 a-b). Está a cargo de la movilidad rotacional del antebrazo (pronación y supinación), estabilidad del codo (valgo y posterolateral), y gran parte del soporte axial del peso corporal.
Las fracturas de cúpula radial son más comunes en personas jóvenes y activas, pero también pueden afectar a adultos mayores, especialmente aquellos con osteoporosis, como resultado de una caída sobre el brazo extendido o en semiflexión. Es la fractura más común del codo (30% de todas las fracturas del codo), y con mayor prevalencia en mujeres (♂:♀= 2:3).
Su espectro de lesión va desde las fracturas no desplazadas simples, a aquellas más complejas multifragmentarias (o conminutas), o en el contexto de una luxación del codo (Fig 02 a-b).
Síntomas de fractura de cúpula radial
Los síntomas de la fractura de cúpula radial pueden variar según la gravedad de la lesión, pero generalmente incluyen:
– Dolor intenso en el codo: Este es el síntoma más común y puede ser agudo o sordo.
– Hinchazón: La zona afectada puede inflamarse considerablemente.
– Dificultad para mover el codo: Los movimientos pueden ser limitados debido al dolor, tanto en flexo-extensión, como prono-supinación.
– Deformidad: En algunos casos, puede haber una deformidad visible en el área del codo.
– Equímosis (“moretón”) de la cara interna del codo (horas o días después del accidente)(Fig 03).
Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir una fractura de cúpula radial. Estos incluyen:
– Edad: Los adultos mayores son más propensos a sufrir caídas y, por ende, fracturas.
– Osteoporosis: Esta condición debilita los huesos, aumentando la posibilidad de fracturas.
– Actividades deportivas: Algunos deportes, como el skate, fútbol o basquetbol, tienen un mayor riesgo de caídas y lesiones en el codo.
- Para confirmar el diagnóstico, se suelen utilizar radiografías, que descartarán otras fracturas o luxación asociada (Fig 04 a-b).
- En algunos casos, puede ser necesario realizar una Tomografía Computada (TC), con reconstrucción 3D, que permite ver en detalle el desplazamiento, número de fragmentos (conminución), extensión de la fractura, y en aquellos casos quirúrgicos, una mejor planificación preoperatoria (Fig 05 a-b).
Tratamiento de fractura de cúpula radial
El tratamiento para la fractura de cúpula radial depende de varios factores, como el número de fragmentos, grado de desplazamiento, lesiones asociadas (luxación de codo), y el grado de actividad y edad del paciente. Existen dos enfoques principales: el tratamiento conservador y el tratamiento quirúrgico.
TRATAMIENTO CONSERVADOR de FRACTURA de CUPULA RADIAL:
El tratamiento conservador es el primer enfoque para muchas fracturas de cúpula radial, especialmente si la fractura es no desplazada y estable, o pacientes de edad avanzada y con comorbilidades que contraindiquen o hagan muy riesgosa, una cirugía. Este tipo de tratamiento incluye:
– Inmovilización transitoria: Se utiliza una valva de yeso o una férula de rango articulado, para mantener el codo en su lugar en las 1-2 semanas iniciales (Fig 06).
– Analgésicos: Los que pueden ayudar a manejar el dolor y la inflamación.
– Rehabilitación: Una vez que se retira la inmovilización, se pueden iniciar ejercicios de rehabilitación para recuperar primero la movilidad del codo, y luego, su fuerza.
Esta opción de tratamiento requiere de un monitoreo radiográfico seriado para asegurar que la fractura no se desplace y que consolide.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO de FRACTURA de CUPULA RADIAL:
Cuando la fractura está desplazada (> 2 mm), multifragmentaria o conminuta, o en el contexto de una luxación, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico. Este puede incluir:
REDIUCCIÓN ABIERTA Y FIJACIÓN INTERNA (RAFI) CON TORNILLOS:
Es la primera elección de fijación, en presencia de un buen stock óseo, y fracturas con uno o dos fragmentos viables (Fig 07 a-f).
El objetivo de la RAFI es estabilizar, y dejar en su lugar los fragmentos óseos fracturados.
RAFI CON PLACA Y TORNILLOS:
Se utilizan en frcaturas con máximo 3 fragmentos, que se extiendan hacia el cuello del radio, o cuando los tornillos no dan suficiente estabilidad (Fig 08 a-f).
PRÓTESIS DE CÚPULA RADIAL:
En casos con fracturas multifragmentarias o irreconstruíbles con RAFI, en el contexto de una luxación compleja, o ante una malunión o nounión de la cúpula radial sintomática (Fig 09 a-f).
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